Mario Romero León es un valdepeñero que vive en Benasque (Huesca), un pequeño pueblo en el pirineo oscense, donde también trabaja como Monitor/Educador. Vive Lejos del KM 200, nada más y nada menos que a 700 kilómetros, por eso hemos hablado con él para saber cómo le va la vida Lejos de Valdepeñas.
¿Qué te llevó a vivir fuera de Valdepeñas?
Por trabajo dejé Valdepeñas a los 22 años y residí en Toledo durante unos cinco años que recuerdo con mucho cariño, ya que allí conocí a la que ahora es mi gente, mi segunda familia.
Luego conocí a la que ahora es mi mujer y, después de un año viviendo en Alicante, estando yo en paro, una amiga le ofreció trabajo a mi pareja en el Valle de Benasque (Huesca), nos liamos la manta a la cabeza, como suele decirse, y a los meses de llegar comencé a trabajar en mi actual trabajo de Monitor/Educador en una residencia de estudiantes de la Escuela de Hostelería Guayente.
¿Cómo es la zona donde vives y el carácter de la gente, hay mucha diferencia con respecto al nuestro?
Benasque es un pueblecito pequeño al este del pirineo oscense, a 1.200 metros de altura sobre el nivel del mar y unos 2.500 habitantes. Está en un valle muy pequeño que vive del esquí y del turismo montañero y rural. Son todo montañas enormes como el Aneto, Poset, Perdiguero, unos paisajes verdes que, sobre todo, al principio me hacían comparar con las llanuras de La Mancha. Aquí ya tengo muy buenos amigos y compañeros de trabajo, el carácter de la gente es muy montañés, como yo digo, pero aunque al principio puedan parecer algo cerrados cuando los conoces te lo dan todo y son muy amables, como en Valdepeñas.
¿Cuál es tu rincón favorito de la ciudad?
Hay cientos de rincones maravillosos, por cualquier sitio que salgas a pasear encuentras uno que te llama la atención, pero si me tengo que quedar con uno es con el Valle de Estós. Es un valle que recomiendo visitar a todo el mundo, sobre todo en otoño, la explosión de colores en esta estación es asombrosa, cada vez que viene alguien a visitarnos hacemos una visita obligada a este valle que está a dos minutos de nuestra casa.
¿Qué supone para ti vivir allí?
Para mí fue un cambio muy grande en mi vida, dejar a familia y amigos, a más de 700 kilómetros, supuso un duro golpe. Pero vivir aquí me ha hecho evolucionar profesional y personalmente, me ha hecho replantearme muchas cosas de mi futuro y al vivir en un medio rural te olvidas de algunas cosas que en las ciudades parece que no puedes vivir sin ellas.
¿Qué echas de menos de Valdepeñas?
Echo de menos a mi gente, la familia, amigos… y el ambiente de un sábado a mediodía en las cañas con sus tapitas, eso lo llevo fatal. Echo de menos el vino, siempre que voy a Valdepeñas trato de subirme un surtido de vinos para las ocasiones y poder fardar de buenos caldos y unas gachas con mi gente de aquí. Y, sobre todo, echo mucho de menos no poder ser partícipe de la evolución de mis sobrinos en su día a día.
¿Cómo lo lleva tu familia, eso de tenerte lejos?
Mi familia lo lleva con resignación, mis padres no lo llevan muy bien, aunque saben que estoy muy bien y que soy muy feliz, poco a poco se han ido acostumbrando. Sé que para unos padres tiene que ser duro tener a un hijo tan lejos.
Imagino que vienes a tu ciudad natal ¿Qué sientes cuanto te marchas?
Por suerte tengo muchas vacaciones y puedo ir bastantes veces a Valdepeñas, aunque no voy todas las que quisiera, al final cuando tienes vacaciones también quieres viajar a otros sitios o visitar a amigos. Voy siempre en Navidad, Semana Santa y, a veces, en verano. Cuando me marcho es cuando peor lo paso sin duda, ver a mis padres por el retrovisor como cada vez se alejan más me hace un nudo en el estómago y siempre me voy con lágrimas en los ojos.
¿Volverás algún día a vivir aquí?
A día de hoy lo veo muy complicado, tanto mi mujer como yo tenemos unos trabajos estables y en los que nos sentimos realizados, pero nunca se sabe, la vida da muchas vueltas.
¿Cómo ves Valdepeñas desde la distancia y si estás al día de todo lo que aquí ocurre?
Intento seguir a diario lo que sucede en Valdepeñas en vuestra página de Facebook y en la web o por otros medios. Sigo durante toda la temporada al Massey Ferguson de división de plata y cuando son las fiestas del vino estoy más pendiente de todo si cabe y siento un poco de “morriña”, la verdad.
