jueves. 25.04.2024

La presencia plena nos ayuda a reconocer qué está pasando en el momento presente. Cuando inhalamos estando presentes, tenemos conciencia de nuestra inhalación. Esto es Mindfulness en la respiración. Cuando disfrutamos tomándonos un té y lo tomamos con conciencia plena del momento presente, esto es Mindfulness en el beber. Cuando caminamos y estamos conscientes de cada paso que damos, eso es Mindfulness en el caminar. Practicar Mindfulness no requiere que vayamos a ningún otro lugar. Podemos practicar Mindfulness en nuestro dormitorio o cuando nos desplazamos de un lugar a otro. Podemos hacer las mismas cosas que siempre hacemos, caminar, estar sentados, trabajar, comer y hablar, excepto que las hacemos con conciencia de lo que estamos haciendo.

Mindfulness es una energía que podemos generar para nosotros mismos. Todos podemos inhalar y exhalar estando plenamente presentes. Todos podemos movernos estando plenamente presentes. Todo ser humano tiene la capacidad de estar plenamente presente, no es algo que nos sea extraño. Todos tenemos la semilla del Mindfulness en nosotros. Si practicamos con regularidad, esa semilla crecerá fuerte y en cualquier momento la energía de Mindfulness estará disponible para nosotros.

La práctica de Mindfulness aumentará la cualidad de nuestro aprendizaje y también mejorará la cualidad de nuestra vida, ayudándonos a relacionarnos con nuestro sufrimiento y trayéndonos paz, comprensión y compasión. Puede ayudarnos a mejorar o restablecer comunicaciones, permitiendo la reconciliación de tal modo que podamos conectarnos con la alegría de la vida. Es importante no sólo leer o hablar sobre Mindfulness, sino de hecho practicarlo.

Cuando miramos un hermoso atardecer, si estamos plenamente presentes, podemos conectarnos muy profundamente con el atardecer. Pero si nuestra mente no está presente y está distraída por otras cosas, si estamos tironeados por el pasado o por el futuro o por nuestros proyectos, no estamos plenamente en ese momento y no podemos disfrutar de la belleza de ese atardecer. Mindfulness nos permite estar totalmente presentes en el aquí y ahora de tal modo de poder disfrutar las maravillas de la vida que tienen el poder de sanar, transformar y nutrirnos.

Detenerse
De acuerdo al Buda, Mindfulness es la fuente de la felicidad y alegría. Cada uno de nosotros tiene una semilla de Mindfulness, pero habitualmente olvidamos regarla. Si sabemos cómo refugiarnos en nuestra respiración, en nuestros pasos, entonces podemos tocar nuestras semillas de paz y alegría y así les permitimos que se manifiesten y las podamos disfrutar. En vez de refugiarnos en una noción abstracta de Dios, Buda o Alá, nos damos cuenta que a Dios, Buda o Alá podemos tocarlos en nuestra respiración y en nuestros pasos.

Esto suena fácil y cualquiera puede hacerlo, pero requiere de un poco de entrenamiento. La práctica de detenerse es crucial. ¿Cómo nos detenemos? Nos detenemos tomando conciencia de nuestra inhalación, nuestra exhalación y nuestros pasos. Nuestra práctica básica es el respirar en conciencia y caminar en conciencia.

Si queremos disfrutar de los regalos de la vida, tenemos que practicar Mindfulness durante el día, ya sea que estemos en la ducha, preparando el desayuno para nuestros hijos, manejando al trabajo, o trabajando con niños en la sala de clases. Cada paso y cada respiración pueden ser la oportunidad para sentir alegría y felicidad. La vida está llena de dificultades. Si no tenemos suficiente reserva de felicidad, no tenemos forma de acoger nuestra desesperación. Con la práctica de Mindfulness podemos preservar nuestra alegría interna, de tal modo que podemos manejar mejor los desafíos de la vida. Podemos crear una base de libertad, espacio y amor dentro de nosotros.

¿Cómo puede ayudar el Mindfulness o presencia plena?