jueves. 02.05.2024

El niño evita la mayoría de los peligros como respuesta al miedo, esto ocurre cuando se viven situaciones de inseguridad que el niño no puede controlar. La infancia es la etapa en la que el ser humano siente más miedos. Cuando los niños sienten miedo son incapaces de autocontrolarse, lo único que hacen es intentar evitar la situación.

El recién nacido generalmente tiene miedo hacia cosas como la intensa luz y a los fuertes ruidos. Hacia los tres años, y con más frecuencia en las niñas que en los niños, aparecen el miedo a los animales, a la oscuridad, a quedarse solos en algún sitio, a las tormentas, a personajes de ficción como brujas, fantasmas.

¿Por qué aparecen los miedos?
La mayoría de los miedos son pasajeros, aparecerán y desaparecerán en determinadas edades y estos les ayudarán a enfrentarse adecuadamente a situaciones difíciles con las que se encuentran a lo largo de su crecimiento, físico y personal.

Los miedos infantiles pueden aparecer por inseguridad. La utilización del castigo cuando el niño es incapaz de racionalizarlo, produce un estado emocional de inseguridad. Ésta y la consecuencia del miedo, hacen que el niño lo traslade del objeto que se lo produce a otro objeto o situación. La situación amenazante debilita al niño reduciendo sus defensas y haciendo que responda con miedo.

Los miedos también aparecen por la predisposición al mismo; esto es, reaccionar de una manera miedosa ante algunos hechos estaría relacionado con una sensibilidad heredada. Si los adultos muestran física o verbalmente que sienten miedo, enseñan al niño a ser temeroso

¿Qué podemos hacer los padres para que sus hijos se liberen del miedo?

El ayudarle a un niño a deshacerse de su miedo puede ser algo difícil. Es sorprendente lo difícil que parece el permitirle a un niño reír, llorar o mostrar otros sentimientos por mucho tiempo y ser testigos de sus miedos y pesares. 

•    Hablar sobre aquello que le causa miedo, escucharle. Empatizar, comprenderle. Así le transmitirá seguridad y confianza.
•    Fomentar su AUTOESTIMA y AUTONOMÍA.
•    Enseñarle técnicas de relajación.
•    Enseñarles a construir “escudos" sobre la situación, por ejemplo, dejar una luz encendida.
•    Mostrarles una visión positiva del mundo, es decir, encontrar soluciones a los problemas diarios que surjan sin preocuparse excesivamente.
•    Es importante destacar el gran papel que tiene el juego y, sobre todo, en la forma en que reaccionamos los padres cuando ellos se ven vencidos por el miedo. La risa, el humor, es una de las mejores inyecciones contra el miedo, por ejemplo, convertir aquello que les asusta en dibujos y bromas graciosas.

Desde PsiquEmoción propones un grupo-taller pensado para niños y niñas con miedos (a la oscuridad, la muerte, los extraños, a probar o hacer cosas nuevas,etc.). En el grupo tendrán la oportunidad de escuchar que otros niños y niñas tienen sus mismos miedos y aprenderán a solucionarlo con creatividad. Utilizaremos cuentos pensados para superar miedos, música, expresión corporal, comunicación de sentimientos, visualizaciones imaginativas,… para después llevarnos a casa la solución en forma de dibujo. Un taller creativo que sacará a la luz los recursos y habilidades propias de cada niño y niña.

Cuando nuestros hijos sienten miedo