sábado. 20.04.2024

Analizando su estructura nos encontramos con la simpleza de una tela más ancha que larga que generalmente debe cubrir los hombros; sin embargo, como con todo dependiendo del tejido y los detalles con los que cuente (como puntas con pedrería) podemos sacarle gran partido sin dejar de utilizalo a nuestro antojo (cubrir hombros, cuello, espalda, escotes…)

La manera más habitual de llevarlo es precisamente echado sobre los hombros y apoyado en el brazo a la altura del codo dejandolo caer; esta es una opción sencilla pero en muchas ocasiones poco útil pues debemos agarrarlo levemente para que no se nos caiga lo que evita hacer ciertos movimientos como llevar de la mano a un niño entre otros. Sin embargo es buena opción si somos candidatas a hacernos muchas fotos puesto que nos obliga a tener los brazos bien colocados.

También podemos colocarlo sobre el cuello y hacia atrás para que cuelgue por la espala (si es un evento en invierto podemos dar una vuelta al cuello) y queda muy elegante. Solo es recomendable optar por esta manera de colocarlo si es una tela vaporosa y preferiblemente semitrasparente.

Otro de los grandes tópicos al llevar fular es atarlo a la espalda de modo que los brazos quedan cubiertos; este método sin embargo es mucho menos recomendables puesto que de frente queda bien pero en la espalda el nudo hace un bulto bastante feo en muchas ocasiones y no nos deja lucir la parte trasera del vestido.

Hay mejores opciones a esta e igual de cómodas.

La más sencilla de todas es anudar el fular a la altura del pecho con más o menos gracia en forma de lazo; si el tejido es muy vaporoso el lazo quedará muy caido y si es más fuerte nos quedará un bonito lazo. En cualquier caso puedes adornar este nudo con un elegante broche o flor: darás un toque muy original y sofisticado.

Sin embargo con un poco de maña y algunos conocimientos de costura  puesdes conseguir resultados muy originales  a la hora de lucir tu fular; si en uno de los laterales del fular (a unos 30 centímetros aproximadamente de la punta -dependiendo de la longitud total y de cómo queramos que quede-  y siempre centrando el ancho) hacemos una raja recta (el tamaño depende del tamaño del fular) podemos pasar el otro extremo del chal por esa abertura.

Como podeis observar podemos colocarlo centrado o en un lateral. Recomendable para tafetan y saten o raso (en general telas con mucho cuerpo)

Esta técnica requiere que la apertura se remate del mejor modo posible, la más sencilla con un cordon a máquina, para evitar que se nos raje.
De igual modo también podemos optar por hacer una abertura en el centro total del fular, en esta ocasión mucho más ancha, horizontal y en forma de círculo (puesto que será el cuello) para poder meter la cabeza y lucir nuestro fular a modo de capa. Con este diseño conseguimos tapar escotes y brazos y es muy recomdable con tejidos especialmente vaporosos.

Otra manera de llevar nuestro chal muy original es añadir en sus estremos un lazo que podamos anudar en la espalda; esta opción sin embargo no es demasiado recomendable con fulares muy largos por lo que o lo modificamos u optamos por otro diseño.

El chal: ¿Cómo me lo pongo?