sábado. 27.04.2024

En advaldepeñas hemos querido conocer más sobre la lactancia, sobre sus beneficios, su importancia o los mitos que la rodean. Por eso, hemos hablado con la presidenta de Enlazados, Cecilia Sánchez Carrasco.

¿Qué es Enlazados?

Enlazados es una asociación de apoyo a la lactancia que empezó en 2009. Surgimos como un grupo de madres que nos juntamos como sugerencia de matrona, de mamás que habían tenido una experiencia reciente, y ahí surgió una buena sinergia y vimos que teníamos este entusiasmo en común, que es transmitir este tesoro de vivencia y de conocimiento que nos fue dado por la lactancia de nuestros hijos. Las diferentes situaciones nos llevaron a superar retos, a formarnos, a informarnos, y nos surgió esta oportunidad de compartirlo con otras madres y lo quisimos poner en marcha. Y así nació Enlazados. Nos constituimos en asociación para poder tener un local como sede, donde celebrar reuniones mensuales gratuitas, en el centro social de Cachiporro donde intercambiamos experiencias y difusión de información para ir desterrando mitos y cuentos de viejas.  Y también el hecho de habernos constituido como asociación nos da derecho a recibir alguna subvención de la administración que nos ayuda a organizar actividades como la exposición de esta Semana de la Lactancia Materna.

¿Era necesaria crear esta asociación por estos mitos que comentas?

Efectivamente. El apoyo madre a madre ha sido desde que el mundo es mundo la manera habitual de transmitirse entre las distintas generaciones la experiencia de la lactancia. Pero por causas económicas y sociales ha habido desde los años 40 del siglo pasado una serie de generaciones que han tenido una información sesgada sobre cómo es la lactancia, cómo funciona y en qué consiste. Ha habido unos intereses industriales que han arrollado la cultura de la lactancia y se ha perdido un poco esta transmisión de generación en generación. Muchas abuelas y madres no pueden transmitir a las mujeres de hoy en día una experiencia positiva de la lactancia. Han vivido los mitos de si el bebé llora, tu leche no le alimenta; de si la lactancia tiene que funcionar como un reloj cada tres horas...

Son una serie de mitos que no tienen la más mínima veracidad científica que los respalde y que han acabado con la experiencia de muchas madres que deseaban hacerlo de otra forma. Entonces, para sustituir a las madres que a veces no están preparadas en el tema de la información y a veces de la experiencia, tiene que haber otras madres que hagan ese papel. Nosotras hacemos de amiga, abuela, vecina o cuñada que ha vivido la lactancia, que ha superado dificultades, que por el camino ha aprendido y que puede compartirlo con otras madres. No estamos en la puerta de al lado pero estamos al alcance a través del teléfono, de las reuniones o de Internet. 

¿Qué beneficios tiene la lactancia tanto para la madre como para el bebé?

La lactancia es el patrón natural de alimentación en los seres humanos. Explicar sus beneficios es como explicar los beneficios de respirar oxígeno puro. Es lo normal, lo natural, lo que la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría recomiendan hasta los dos años. Habría que explicar qué papel juega el biberón en este mundo de las mujeres que tienen bebés. Los beneficios de la lactancia son todos, psicológicos, afectivos, de salud, es una inmunización, protege las mucosas gástricas y nasales, y es una forma de llevar las infecciones que un bebé puede coger porque un bebé amamantado no vive en una burbuja. Le pueden llegar las enfermedades de cualquier otro niño pero las vive de otra forma, las vive con un alimento que siempre es digerible, que siempre sienta bien salvo un caso entre un millón. Es la base sobre la que se construye el crecimiento y el desarrollo del bebé sano en condiciones normales.

¿Puede surgir en ese proceso de lactancia algún problema o riesgo?

Los problemas vienen sobre todo por la falta de información y por la soledad que se encuentran muchas madres de hoy en día por la falta de apoyo de la familia y el hecho de salir a veces de partos no respetados, demasiado intervenidos por una especie de desconfianza de que en condiciones normales las cosas van a ir bien. A veces la tecnología que salva vidas y que es maravilloso que esté ahí, se mete por medio y provoca una serie de dificultades que no tendrían por qué haber estado si hubiésemos empezado por respetar el proceso normal de la madre. Es decir, el parto no es una enfermedad y debe afrontarse con términos de normalidad.

Cuando no se hace así pueden surgir circunstancias que entorpecen el inicio normal de la lactancia. El bebé ha recibido parte de la anestesia de la madre, ha habido una separación madre-bebé que en muchos casos no es necesaria como esas intervenciones de medir, de pesar, que se pueden hacer en otro momento, no cuando el bebé, lo que necesita para mantener sus constantes vitales, es estar piel con piel con su madre. Cuando no es así, la lactancia puede verse dificultada. De esas dificultades se puede salir pero es verdad que exige un esfuerzo especial por parte de la madre para buscar a quien en ese momento le pueda apoyar e informar para que le diga qué puede hacer para que todo vaya según sus deseos.

¿Y qué podemos hacer cuando el bebé echa la leche materna y no la asimila con normalidad?

Estamos hablando de casos de reflujo. Hay un amplio abanico. Es normal en un amplio porcentaje de niños que, al no tener madura la válvula que controla la entrada de alimentos en el esófago, regurgiten en niveles variados sin que eso sea en absoluto patológico. Empieza a ser patológico cuando influye en el peso. Hay que ver cada caso particular. Hay soluciones como la postura en la que se da de mamar, medicamentos que pueden ayudar a que la leche quede en el estómago... Pero entra dentro de la normalidad, a la mayoría de niños les pasa.

La exposición que habéis organizado con motivo de la Semana de la Lactancia Materna lleva por título 'Amamantar trabajando, historias cotidianas'. ¿Qué consejos dais a las madres que se tienen que incorporar al trabajo para que puedan seguir amamantando a su bebé?

Cada madre decide lo que debe hacer. Una vez que una madre siente que su deseo es seguir con la lactancia, lo mejor es que se informe antes del momento de incorporarse al trabajo y ver en sus circunstancias qué posibilidades tiene. Si lo va a dejar con alguien que lo va a cuidar, qué horarios tiene en su trabajo, etc.... Si el bebé tiene más de seis meses, lo más sencillo es que mientras la madre está fuera, lo que se da al bebé para que se alimente sean otros alimentos que no sean leche. Así, cuando la madre vuelva a casa, el bebé puede tomar la leche materna. Si el bebé es menor de cuatro meses, hay todo un abanico de posibilidades. Hay bebés que prefieren dormir durante el tiempo en el que la madre está trabajando y así, cuando la madre vuelve, puede tomar leche materna. Esta forma para las madres es una forma de recuperar el tiempo perdido, de recuperar ese vínculo que tanto cuesta romper después de tantos meses unida al bebé. 

Si es un bebé que va mostrando interés por otros alimentos, se le puede adelantar, si tiene más de cuatro meses, la alimentación complementaria, siempre consultando con su pediatra. Otra posibilidad es que la madre se saque leche y que otra persona se la dé al bebé cuando la madre no va a estar. Y si la madre vive cerca de donde tiene su puesto de trabajo, también puede aprovechar el momento de descanso en el trabajo para acercarse a dar de mamar a su hijo. O que una persona se lo lleve en ese momento a su puesto de trabajo. 

Y como el pecho no tiene horario, el bebé se adaptará a lo que la madre le ofrezca. En Enlazados, la mayoría son madres que trabajan fuera de casa y quien no ha podido darle de mamar en el trabajo, lo hace de otra forma, en otro momento, porque si alguien tiene claro que quiere dar de mamar a su hijo, encuentra la manera porque hay un montón de posibilidades.

Enlazados: "La lactancia es el patrón natural de alimentación en los seres humanos"