viernes. 26.04.2024

Cuando hace calor, nuestro cuerpo suda más y eliminamos toxinas pero también agua. Por eso, es importante mantener la hidratación corporal. ¿Cómo hacerlo? Por un lado, desde fuera utilizando cremas adecuadas a nuestro tipo de piel.

Es importante saber que con el calor, igual que cambiamos de ropa, hay que cambiar de crema. Lo mejor es escoger texturas light que no asfixien la piel y la dejan respirar. 

Algo que se ha puesto muy de moda en cuanto a belleza se refiere es el layering, el ritual japonés de cuidarse capa a capa, el cual proporciona una hidratación progresiva y es mucho más eficaz que aplicar una mayor cantidad de crema en un solo gesto. El proceso es muy sencillo.

Primero debemos de aplicar una loción a medio camino entre los tónicos y los sueros, con las palmas de las manos sobre la cara y esperar 5 minutos para que el producto penetre bien.

En segundo lugar, hemos de utilizar un sérum con lípidos que captan mejor el agua.

Por último, debemos escoger una crema que vaya bien con nuestra piel, con ácidos grasos si es muy seca y ligera si es mixta. Al aplicarla debemos hacerlo con un masaje splash, es decir, extendiéndola y haciendo gestos de bombeo con ambas manos.

Pero la hidratación la tenemos que hacer también desde dentro y con cabeza. Los expertos aconsejan beber de uno y medio a dos litros de agua a diario para mantener la hidratación corporal. Pero si esos dos litros al día los completamos con un agua con ph 7 u 8, idéntico al de nuestras células, conseguiremos un beneficio doble. Además, lo mejor es beberla pura y tibia, a temperatura corporal y un vaso por hora. 

Igualmente, hemos de tener en cuenta que el té no es sustitutivo del agua porque la teína obliga a bomber agua a los riñones para eliminarla y tiene efecto deshidratante.

La hidratación, un gesto fundamental en la época estival