sábado. 04.05.2024

 

En el siglo XIX, la creencia popular decía que la deformidad del juanete era una afectación de las partes blandas que rodean la cabeza del primer metatarsiano, además de que se originaba por llevar un calzado estrecho y que tenía cierto carácter hereditario.

De aquí también el origen de la palabra “juanete”, pues se consideraba que esta deformidad en los pie era especialmente abundante en personas humildes, gente rústica y trabajadores del campo.

Actualmente sabemos que la aparición del Hallux Abductus Valgus es mucho más complicada que las dos variables anteriores. Incluso ni siquiera es exclusivo de personas con edad avanzado. Es una de las deformidades que mas atada está a la variabilidad morfológica y anatómica del aparato locomotor de cada individuo y a una gran lista de factores predisponentes.

La mayoría de factores los podemos encontrar en la morfología del pie, como la forma ósea de la cabeza del primer metatarsiano, alteraciones estructurales del pie y tobillo (pie plano…), la herencia genética que determine la formula digital (pie egipcio es más propenso), enfermedades reumáticas, fracturas óseas, hiperlaxitud (mayor flexibilidad de lo normal en articulaciones), y problemas neuromusculares.

Pero no debemos tener en cuenta solo el pie. También afectaría patologías de la pierna y espalda, como problemas esqueléticos o musculares, enfermedades articulares y problemas de dismetrías (discrepancia en la longitud de las extremidades). El sobrepeso y la obesidad también es determinante en la aparición de juanetes.

Y como con cualquier deformidad en el pie, no debemos olvidarnos del factor más importante, ya que lo podemos controlar, el calzado. El uso continuado de zapatos de punta estrecha y de tacón altera la estructura y la morfología del pie. Curiosamente, el juanete es relativamente raro en las culturas que no utilizan calzado.

La presencia de estos factores o incluso de solo algunos de ellos, provoca un desequilibrio de fuerzas que se ejercen en la marcha sobre las articulaciones y los tendones del pie. Esto puede llevar a inestabilidad de la articulación y causar la deformidad. Aparecen tras años de movimiento y presión anormales en la articulación del dedo con el metatarsiano (articulación metatarso falángica).

Según la deformidad vaya progresando, caminar se hará más difícil, el dolor se hará crónico y aparecerá artrosis localizada y la aparición de una exostosis (la proliferación ósea lateral).

Pueden aparecer “durezas” muy dolorosas en la planta del pie, ya sea en la zona central o justo debajo del dedo gordo o lateral a este, durezas que son secundarias a un exceso de presión sobre esta zona anterior de la planta, y que el podólogo tendrá que retirar periódicamente.

Cuida tus pies y adelántate al problema.

¿Por qué salen los juanetes?