Señores políticos que dirigen los partidos, hoy muchas bases están “cabreadas” y se plantean si el día 24 irán a las urnas a darles el voto o se quedarán en casa viendo como todo aquello por lo que siempre han luchado “se desmorona bajo una tela de araña tejida poco a poco, por los de arriba, con el olvido”, dando así un escarmiento.
Son días de besos, abrazos y “dame el voto que verás todo lo que voy a hacer”. ¿Qué vais a hacer?, se preguntan las bases. La respuesta “seguir ignorándonos”. Es posible, y lo digo sin conocimiento de causa, que en muchos casos los de arriba no se enteran de lo que maquinan los intermedios y los de abajo, y cuando llega el fracaso se preguntan ¿Por qué?. En este caso, bájense del tejado y revisen los cimientos de su casa desde abajo hasta arriba, pongan suelos y paredes firmes para que no se filtre la humedad y se debilite la estructura, porque solo así conseguirán que la casa no se hunda.
Las cúpulas de los partidos políticos no se enteran de lo que pasa abajo, se fían del primer postor de base que llega y les cuenta la primera milonga que se les ocurre lanzándose al abismo con candidatos que, a la postre, no darán ni para pipas.
Pero, ¿qué está ocurriendo?, que muchos políticos de medio pelo, que no llegan ni a tocar el poder con la punta de los dedos solo miran su propio ombligo, su interés personal y luego pasa lo que pasa, se pierden pueblos, regiones e instituciones importantes, porque el votante de base ha decidido que “si antes no me querías ¿porqué ahora te voy a dar lo que me pides?”. El que siembra recoge y el que no, se queda sin nada.
Creo que después de estos comicios electorales y tras los resultados, los que están en las cúpulas deberían mirar dentro de sus casas, reflexionar y pensar en algo tan sencillo como en las personas que la integran. Si hay éxito, aplaudirles y reconocer su trabajo, si hay fracaso, cortar por lo sano extirpando el mal que aqueja a esa fuerza política.
El político que se presenta a unas elecciones no debería olvidar nunca que está ahí porque sus votantes, muchos de ellos de sus bases, lo han querido e ignorarles durante cuatro años “pasa una factura excesivamente cara”. Así es que, señores candidatos de las cúpulas, si fracasan reflexionen tras las elecciones, miren dentro y comiencen a pensar en los que están abajo, porque uno solo de ellos puede conseguirles muchos votos que sumados a otros tantos “les mantendrán a ustedes en el top ten de los políticos”. Lo contrario, créanme, es el mayor error posible y ya se ha convertido en una costumbre.
