No está mal que a la izquierda haya un Instituto moderno, con uno de los Pabellones de Educación Física más bonitos de la región, pero a la derecha, antes de llegar a un Tanatorio, cuyo diseño, excluida su función, es agradable, nos encontramos ante unos bloques de casas abandonadas, que la incuria de sus propietarios y también de la política municipal, ha convertido durante demasiado tiempo en el patio de monipodio de todo tipo de barbarie y vandalismo, asentados ya en la delincuencia.
De esos bloques se han llevado puertas, lavabos, sanitarios y hasta ventanas. Aparte de servir de madrigueras para actividades non sanctas. En nuestro Programa Municipal nuestro Partido proponía la concesión de esas casas a la gente que las necesitase con un alquiler social gestionado por el Ayuntamiento. Hoy lo seguimos proponiendo, porque además de una oferta beneficiosa de vivienda social se consiguen otros dos objetivos: el adecentamiento de la zona y la desaparición de un paaraje de la ciudad que podía convertirse en peligrosa.