viernes. 17.05.2024
OPINIÓN

Crear riqueza

La crisis ha sido muy mala, mala y devastadora. Pero va a dejar unas secuelas aún peores. La crisis está siendo el pretexto de la derecha para introducir sus modelos capitalistas. Es un riesgo social relacionado con el modelo de globalización, con la situación del mercado, con la reforma laboral o con los riesgos ambientales.

 

Es la grave crisis económica de la zona euro, y más concretamente la del sur de Europa y en consecuencia la de España, lo que hacen que irrumpan nuevas necesidades con urgencia. Constituyen un  auténtico desafío para el Estado de Bienestar y que solo los socialistas seremos capaces de dar respuesta. Los partidos neoliberales, ni pueden porque están pillados, ni quieren porque no les interesa.

Por ello queremos subrayar que la experiencia demuestra cómo el funcionamiento del mercado, la precarización del mercado laboral, los desequilibrios en el acceso a los recursos sociales y culturales, etc., están generando desigualdades cuya reducción solo depende de la redistribución de la riqueza, que siguen siendo imprescindibles.  Por eso son necesarias aquellas políticas que operan sobre la distribución de la riqueza y que están vinculadas al modelo económico y al mercado laboral.

La lucha contra las desigualdades no puede limitarse a los cuatro pilares clásicos, sino que forman parte del conjunto del proyecto político y abarcan desde el nivel macroeconómico al microeconómico. A nivel macro, mediante la dinamización de la economía apostando por gastos estratégicos que cimenten la recuperación económica y la consolidación de un modelo productivo equilibrado, sostenible y competitivo por innovación y no por la precarización laboral. Y, por supuesto, sin abandonar, la política fiscal como mecanismo de redistribución, mediante un sistema fiscal justo, progresivo y suficiente. 

Para lograr el progreso económico y la corrección de las desigualdades, el Estado debe tomar la iniciativa como el agente clave en la modernización económica y la justicia social. Mientras sea la iniciativa privada la que controle ese progreso nunca se conseguirá, porque la iniciativa privada tiene como objetivo fundamental hacer negocio, ganar dinero. Y eso no es malo. Es bueno para la creación de riqueza. Pero no puede tener el control del bienestar social. La iniciativa privada crea riqueza, pero no la distribuye equitativamente.

La idea central de las propuestas de distribución de la riqueza consiste en influir en el funcionamiento del mercado, corrigiendo sus conocidos fallos o incluso limitando su forma de operar en algunos aspectos, para que este produzca resultados más equitativos y por tanto reduzca la generación de desigualdades y prevenga la exclusión social a las que debe atender la intervención estatal redistributiva posterior a la creación de la riqueza. Es importante crear riqueza, pero no es menos luchar contra la desigualdad y la exclusión.

Ese es el objetivo del programa del Partido Socialista para los próximos años. Acabar con la desigualdad y la exclusión a la que estamos llegando si no lo remediamos pronto. No es problema del PSOE, es problema de una sociedad muy castigada injustamente.

Crear riqueza