El origen de esta fecha está en el sacrifico y las luchas de muchas mujeres que durante siglos no se han conformado con una sociedad injusta y discriminatoria. Las mujeres hemos tenido que pelear siempre el doble que los hombres para conseguir la mitad.
Se precisa una transformación social que ponga la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el eje de la política actual. Es necesario un pacto de Estado contra las violencias machistas, pero también pensar la discriminación como un problema de la democracia. Sin las mujeres no habrá democracia y no lo habrá mientras se siga valorando mucho menos a unas que a otros.
La economía debe estar el servicio de la política y la política hacerse para, con y por las personas. Sin personas no hay futuro. Desde Unidad Popular queremos reconocer el imprescindible trabajo de cuidados y domésticos que los millones de mujeres aportan a esta sociedad y sin cual la sostenibilidad de la vida no sería posible. Esta sociedad no sería lo que es sin el enorme esfuerzo, trabajo y cariño de las mujeres.
¡Cuánto nos ha costado conseguir derechos y sin embargo, que fácil parece robarnos lo que es nuestro! La pérdida de derechos ha sido muy evidente durante las últimas legislaturas. Con la tasa de actividad femenina quince puntos menor que la masculina, seguimos teniendo una tasa mayor de paro y peores condiciones de empleo. Con una brecha salarial del 24%, la temporalidad y el tiempo parcial caracterizan el empleo femenino. Las reformas laborales también han perjudicado en mayor media a las mujeres, como también lo han hecho las políticas de austeridad. Recortar el Estado de bienestar implica una reducción de los servicios de atención y cuidados que, además de generar desempleo femenino, suponen una vuelta del trabajo de cuidados a los hogares y por tanto vuelve a recaer sobre las espaldas de las mujeres, que son las que los realizan.
Sin embargo, afortunadamente, estas políticas de recortes de derechos y libertades -que han intentado volver a meter a las mujeres en casa- están chocando con la férrea voluntad femenina de no dar un paso atrás. Somos miles, plurales y diversas, y juntas buscamos la equidad y el derecho a nuestro cuerpo.
No son “las otras”, somos nosotras. ¡Todas y juntas!
El 8 de Marzo es un día de reconocimiento de la resistencia y la lucha constante y cotidiana de las mujeres y por ello queremos denunciar la vulnerabilidad y mayor precariedad laboral femenina y los asesinatos, las violencias machistas y los ataques lesbófobos que las mujeres están sufriendo. Pero también queremos mostrar la sororidad con las mujeres de aquí y de allá y decir alto y claro: ¡bienvenidas refugiadas! Porque no son las otras, todas, juntas, somos nosotras.
En este tiempo de la nueva política, feminicemos la política porque el feminismo es una apuesta por la transformación de la sociedad a través del diálogo y el compromiso.
Desde Unidad Popular os animamos a participar alegres y combativos en todos los actos y manifestaciones que se organicen en vuestras localidades.
