domingo. 28.04.2024
OPINIÓN

Época de calabazas

Un curso escolar y universitario  agoniza en este difícil período de 2013-2014.  Las familias también lo “sufren” ante el temor de incertidumbre por el futuro incierto de expectativas, que igualan tanto a estudiantes que no superaron sus asignaturas en junio,como los mas brillantes que también prevean engrosar el creciente paro juvenil.

opinion 3

Los alumnos de Formación Profesional, son los mas afectados por esos recortes que han convertido su formación tecnológica en algo teórico cargado de deficiencias, en paralelismo a una caída del sistema, que no solo es consecuencia de la improvisación política de quienes nos gobiernan y de la falta de implicación del mundo empresarial apuntalando la calidad de un sistema.

También tienen importantes responsabilidades la “casta de docentes” que por encima de su fidelidad  a los avances pedagógicos de los últimos tiempos, han  revertido en la mayor parte de nuestros institutos hacia sistemas que se creían superados, donde se prima la metodología del examen, convierte la “recuperación” en primacía de lo teórico expresado en un examen en septiembre, donde no se da a conocer a la sociedad el % de alumnos que superan los ciclos, y los departamentos de orientación ineficaces y siempre con la excusa de los recortes disminuyen una acción que mas parece destinada a desorientar y desanimar, que a programar métodos destinados a equilibrar los alumnos con mas limitaciones, que el sistema vuelve a rechazar con aquellos viejos calificativos: “son muy brutos, solo piensan en el botellón  y en pasar de todo”.

No han sido capaces de enfrentar su ética profesional al despotismo de ciertas políticas, obligándose a impartir actividades formativas profesionales sin apenas recursos, como colaborando en un clima de ineficacia institucional, que al menos en lo laboral no les afecta, cosa contraria a los padres de muchos de sus alumnos, en paro.

¿ Y yo me pregunto : como se va a producir una reactivación económica sin un nivel tecnológico de nuestros alumnos de Formación Profesional, que no habrán podido practicar nada de lo que se anunciaba en los currículum de sus estudios ? 

Una vez mas el problema se lo “comerán los de abajo” , condenados por un sistema injusto a una vida vegetativa en lo social, tierra de cultivo de marginalidad, perpetuando una educación clasista que ya  es también privilegio de la “escuela pública”.

Época de calabazas