O José Ricardo Martínez, veterano sindicalista y mano derecha de Cándido Méndez, lejos de apostar por uno de los centros públicos de la Comunidad de Madrid, tenía escolarizados a sus hijos en el Colegio Arturo Soria de la capital; o los hijos de Artur Mas y Joan Laporta, compartiendo clases en el Liceo Francés de Barcelona... ¡Cuánta incoherencia!
¿Es que quieren realmente concebir la escuela pública como escuela de los pobres, porque los políticos de izquierda y derecha a la hora de la verdad dejan sus ideologías de lado aspirando por "centros de prestigio social y renombre"?
Parece que hay docentes y sindicalistas liberados organizadores de la Huelga que prefieren que no se imparta docencia para robar a los estudiantes su oportunidad de educarse.
Sabemos el lugar que ocupan los estudiantes españoles en todos los niveles comparativos en el marco europeo.
Como padre comprometido en el AMPA del Gregorio Prieto, afirmo que la política de recortes injustos y antisocial del gobierno del PP, merece respuestas más ingeniosas que estas tercermundistas que en lugar de beneficiar al estudiante, le animan a la carrera a favor de la ignorancia.
Cuando se ha trabajado de profesional docente durante muchos años hasta la jubilación, huelgas como esta solo producen escepticismo y mal sabor por sentirnos insultados a nuestra inteligencia. Encontrar razones para luchar contra un sistema injusto de esta forma, es evidenciar el tipo de liderazgos que hemos mantenido y cuyos resultados saltan a diario en las crónicas.
