En los huecos que le permite su apretada agenda, viene por Castilla-La Mancha, para estar presente en inauguraciones. Esta semana lo ha hecho en Ciudad Real, acompañando a su alcaldesa Rosa Romero. Curioso detalle: solo asiste a actos públicos en localidades gobernadas por el PP. Nada más. Viene a Ciudad Real, dejando abandonado el tema de la corrupción, a decir, alguno de los párrafos que alguien le ha preparado. Suponemos que asesores o estrategas de su partido.
En el discurso de rigor, de la inauguración del Edificio para el Fomento de la Actividad Empresarial, aprovecha, como no, para defender su receta de iniciativas público-privadas. Eso es lo que dice. Otra cosa es lo que hace. Porque lo que hace está más cerca de desmontar todo lo público para reconducirlo hacia lo privado. Eso es a lo que ella llama fórmula público-privada. Ya que está delante del micrófono aprovecha para seguir defendiendo sus recetas. Las recetas que están haciendo “salir de la crisis” a nuestra región.
Recetas, que no serán tan buenas, cuando tenemos más paro, más deuda, menos sanidad, menos educación, menos dependencia. Es verdad que han reducido el déficit. Pero además de ser un argumento tramposo, ¿a costa de quién lo están reduciendo? Eso sí tenemos, más empresas privadas prestando servicios sanitarios, y más enseñanza privada-concertada. La principal receta, para alcanzar lo que en el Partido Popular llaman logros, es la austeridad. Y nosotros nos preguntamos: ¿Austeridad para quién? ¿Quién está sufriendo esa austeridad?. Porque uno de los objetivos de un buen gobierno es que los apretones de cinturón sean equitativamente repartidos. ¿Lo son aquí y ahora? No.
Otra receta es hacer frente a la realidad, diciendo siempre la verdad. En su discurso resalta el índice de creación de empresas. No será en la provincia de Ciudad-Real. Datos del INE: El año 2012 registró 628 empresas de nueva apertura, frente a las 700 que se abrieron en el año 2011. Eso en cuanto a número de empresas; si la comparación la hacemos con el capital invertido hay un decrecimiento del 50 %. De los 27 millones de euros invertidos en 2011, se han quedado en 16, en 2012.
“Vamos a pasar de la cultura de la subvención a la del esfuerzo” dice Cospedal. ¿Quiénes van a pasar? Eso es lo que quisiera el PP, que desaparecieran las subvenciones. Ellos prefieren las donaciones. Fíjense: Donaciones al PP, más de 39 millones, de las que más de 28 millones son donaciones anónimas; donaciones al PSOE, no llega a 18 millones, de las que 5,6 millones son anónimas; donaciones a IU, 354 mil euros, de las que 233 mil son anónimas. Claro. Así “qué quiten las subvenciones”, “que desaparezcan las mamandurrias” ¡Qué listos!
Y por último la receta estrella. Un nuevo modelo “en el que están cambiando todas las estructuras socioeconómicas” y en el que “habrá que trabajar más horas para ganar menos y así asentar las bases de forma sólida” No es broma. Lo dice en serio. Igual de serio que lo dijo Díaz Ferrán. Y lo triste es que tienen razón. El modelo que nos está introduciendo la derecha neoconservadora nos lleva irremisiblemente a trabajar más y ganar menos. Pero…¿a quienes les afectará esa receta? Porque este “cambio de modelo” no se debe a la ruina en que nos han dejado los socialistas, se debe a otra forma de concebir las relaciones sociales.
