martes. 23.04.2024

Muy convencido yo, traté de convencerle, de que su posición era un tanto exagerada. Pues bien, pasado ese tiempo, que ni recuerdo ni importa cuánto, soy yo el convencido de que tenía razón mi amigo. Merkel, por iniciativa propia, o forzada por lo que la derecha financiera llama mercados, al menos, está tratando de imponer su criterio a costa de cargarse la “Europa de los Pueblos”.

Lo estamos viendo claramente en Grecia, y nosotros en España no andamos muy a la zaga. Las ambiciones imperialistas y/o las políticas equivocadas, con la ayuda de sus acólitos, “compañeros ideológicos”, han sumido a los pueblos del sur en la más absoluta de las miserias. Veremos cuando y como se sale de esta.

De todos los pueblos, víctimas del neoliberalismo capitalista, el más castigado, está siendo Grecia, sencillamente porque es el más débil. Es el abuso del poderoso contra el débil, originando más desigualdad. Cuando creíamos que Europa ya había vencido el veneno de las desigualdades, cuando se habían impuesto la solidaridad y la cohesión en la construcción europea, viene ahora Merkel, y sus acólitos, para hundirnos otra vez en las miserables desigualdades.

Vamos a dejarlo en “fracaso”, que es la palabra más moderada. En Grecia un gobierno conservador manipuló las cuentas para hacer creer que el déficit era mucho menor. Para tal operación se utiliza un banco, cuyo vicepresidente, como premio, hoy dirige los destinos financieros de toda Europa. ¡Habrase visto! Se ha cambiado de gobierno sucesivamente. Los que mandan han llegado a poner presidentes de gobierno en Grecia sin pasar por las urnas. ¡Habrase visto! Y ahora dice Merkel que si ganan, los que ella y “los mercados”, no quieren que ganen, que los griegos quedarán fuera de Europa. ¡Habrase visto! Pero ¿qué se han creído, que llegan a decir que lo que vote un pueblo no vale si a ellos no les gusta? ¿Porque son un peligro? ¿Es que lo van a hacer peor que ellos? ¿Se puede hacer peor?

Merkel, o ¿Hitler?