lunes. 06.05.2024
OPINIóN

Notas desde la barrera Cap. VIII: Promesas de fin de año

Mi amigo Vicente Gómez dice que se sentará tranquilamente en el sofá con un bol de palomitas para seguir esta campaña electoral eterna en la que estamos inmersos. No le falta razón. A él y a mí nos vendrá bien que las elecciones sean el 20 de diciembre, porque vamos a necesitar más que nunca renovar esa promesa de todas las Nocheviejas de empezar a correr y apuntarse a un gimnasio.

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Y es que esta semana está siendo de lo más interesante. El debate que organizó la Sexta entre Iglesias y Rivera fue sumamente entretenido. Si bien es cierto que no fue en directo y por tanto hubo edición, nos permitió ver una nueva forma de interactuar de los políticos más fresca, lejos de los encorsetados debates a los que nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos. Al margen de otras consideraciones, los que ganamos fuimos los votantes, que ya no consentiremos esos encuentros en los que se pactaba hasta el color de la corbata del moderador. Dicen que ganó Rivera, y esto molestó sumamente al PP. Es sabido que el principal caladero de votos del partido naranja son los desencantados del azul, así que se lanzó con fiereza a desacreditar las intervenciones y hasta el formato en sí. No fue más que dos jóvenes en una conversación de bar, dijeron. Tiene gracia que digan eso porque Rajoy ha demostrado últimamente estar muy a gusto tomando cañas con la gente.

Ese debate puso un gran colofón a la semana horribilis del PP. Una semana que sólo puede comprenderse si suponemos que dentro del partido han entendido mal eso de "Divide y vencerás". Desde dimisiones en Euskadi hasta ministros que se lanzaban puyas a través de la prensa, pasando por artículos de diputadas criticando al Presidente del Gobierno; todo confluyó para dar una imagen de navajeo dentro del partido que sin duda le perjudica notablemente. Debajo de todo esto subyace no sólo la disidencia y el desacuerdo de muchos con que Rajoy repita como candidato, sino también el nerviosismo de aquellos que buscan colocarse en unas listas cuyos puestos de salida están sumamente caros. Las encuestas más benévolas con el partido le dan una pérdida de más de 60 diputados, y todos temen sufrir el "Síndrome del Zombie": gente antes poderosa deambulando por los pasillos en busca del cerebro más cercano. ¡Cuánta razón tenía Pío Cabanillas cuando decía aquello de "Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros"! Lo único "provechoso" de estos días es que sacaron un espantoso vídeo donde unos doctores curaban a una joven de cara rojigualda que estaba en coma. Sin duda un firme candidato a los razzies en la categoría de película en lengua no inglesa.

Tampoco es que el PSOE tuviera una gran semana. Fichó a una tránsfuga, Susana Díaz puso mala cara y algunos empezaron a ponerse nerviosos. Hasta el propio Secretario General tuvo que decir aquello de "estoy legitimado para tomar decisiones y todos deben apoyarme", que traducido al lenguaje común viene a ser algo así como "aquí mandan mis lereles y todos a callar". Está claro que Pedro Sánchez no está jugando un buen partido. Al menos no está jugando para ganar. Tengo la impresión de que se está blindando en el próximo grupo parlamentario ante la más que probable maniobra de la andaluza el día después de las elecciones si el resultado no es bueno. No debe preocuparse, porque al igual que al resto de parlamentarios, le han soltado 11.000€ para ayudarle a pasar estos meses en que las cámaras estarán disueltas. Las penas con pan son menos.

Volviendo al debate, se vio un Pablo Iglesias poco fresco. Según él mismo confiesa se encuentra cansado por sus múltiples viajes a Bruselas previo pago de 12.000 € al mes. Yo me pregunto si en realidad no serán los votantes los que están cansados de él. Su caída libre en las encuestas agudizan la sensación de que fue un souflé que anda deshinchándose, pero hacen mal los demás en vender su derrota con tanta antelación. Ha demostrado tener capacidad de reinventarse y, como dicen los taurinos, hasta el rabo todo es toro.

Y de Rivera no hay mucho que decir. Es cierto que ganó en su encuentro con Iglesias (al menos esa es mi opinión), pero metió la pata en algunas cosas que debería haber tenido claras desde hace tiempo. No supo a partir de qué renta se aplicaría el marginal, no explicó bien cómo financiaría los varios puntos de déficit que conllevarían algunas de sus propuestas, y no acertó con algunas de las medidas que propuso para acabar con la corrupción por la sencilla razón de que llevan aprobadas ya algún tiempo. Es curioso que en ese debate no se trataran cuestiones tan importantes como la reforma de la Ley Electoral o la politización de la Justicia y toda la conversación girara en torno a la economía. Si al final tendrá razón Rajoy fiándolo todo al discurso de la recuperación económica...

Una última consideración: los 2 grandes atacaron con todo tras la afirmación de los debatientes de que alguna vez habían pagado en negro. Tiene gracia que lo diga un partido cuyo Secretario General admitió haber cobrado en negro y otro partido cuya curiosa forma de complementar sueldos a través de sobres con dinero está siendo investigada en los juzgados.

En fin, Vicente. Te llamaré el 31 de Diciembre para recordarte que debemos ser más serios este año con nuestras promesas de Nochevieja. Cuando digamos "De este año no pasa que salga a correr y apuntarme a un gimnasio" debemos hacerlo en serio, porque nos vamos a poner de palomitas hasta el ...

PALOMITAS

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