Aunque el principal partido de la minoría no ha presentado aún su nueva lista, no ha hecho tarde en salir en rueda de prensa para criticar la del contrario. Hasta ahí, nada nuevo. En primer lugar, critica que sea la voluntad de una persona la que confecciona la lista y en segundo, critica que la lista esté compuesta por profesionales de la política. Hasta aquí, sin entrar en lo demagógico que resulta ver al PP de Valdepeñas acusando de la dedocracia al gobierno actual, nada nuevo. El comunicado, en resumidas cuentas, afirma que es momento para el cambio y que ese cambio pasa por "...otro Martín. Nuestro Martín. Martin Miguel. El bueno". Y en ese punto, tristemente, seguimos sin nada nuevo. PSOE y PP han conseguido ocupar la actualidad política de esta semana, sin nada nuevo. Hablando de nombres, de caras, de buenos y malos.
Si el comunicado del PP dice que es "Tiempo de cambio en Valdepeñas", estamos de acuerdo en el título, aunque no en todo su contenido. Es el tiempo para cambiar la forma de hacer política que los dos partidos principales a nivel nacional han desarrollado, y que en sus traducciones a nivel local representan a la perfección. Es tiempo de que la democracia empiece por estar dentro de los partidos, no es entendible que en Valdepeñas los partidos tradicionales sean tan reacios a instrumentos de democracia interna como son las elecciones primarias. Es tiempo de dejar de hablar de buenos y malos, hace ya mucho que superamos eso, es tiempo de hablar de ideas y propuestas. Es tiempo de asumir lo que hay (esté bien, regular o mal) y de proponer, no solo de criticar. Es cierto que Valdepeñas necesita cambio, pero un cambio que conjugue ideas con personas, caras con propuestas.
Para que cunda el ejemplo, desde UCIN, defendemos que los partidos han de tener una democracia interna real, que el avance democrático lo lideren los partidos. Además, la propuesta que estamos defendiendo desde hace semanas es la Participación Ciudadana, con una actitud: escuchando en la calle a los ciudadanos, y con propuestas como la aprobación de un Reglamento de Participación Ciudadana, que a 3 meses de las elecciones no ha interesado aprobar, porque no se quiere dar la voz al pueblo.
¿Es ésto lo único que vamos a proponer? No, solo es el principio.
