viernes. 26.04.2024
Opinión

El pucherazo

En política se entiende por pucherazo cualquier acción para intervenir, de forma directa o indirecta en el resultado de las urnas. Intervenir, sí, intervenir. Por muy liberales que se consideren en el Partido Popular esto es intervenir desde los poderes del Estado para que el resultado de unas elecciones responda a los intereses partidistas. Es utilizar el poder que me otorgaron las urnas pasadas en función de los intereses del partido.

 

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Y eso no es liberalismo. Eso es intervencionismo. Como es intervencionismo manipular la información de una televisión pública; como es intervencionismo hacer que lo público se hunda en desprestigio para cuando valga poco, privatizarlo a los amiguetes; como intervencionismo es utilizar la mayoría en unas Cortes para legislar a favor del partido saltándose a la torera los principios básicos de la democracia. Sí. Eso es lo que ha hecho María Dolores (de) Cospedal cambiando una ley electoral que afecta a todos, con solo sus votos. Es cambiar las reglas del juego.

Cuando Barreda cambió el número de diputados por provincia por razones de demografía, la entonces líder de la oposición María Dolores (de) Cospedal, llamó al presidente Barreda, Hugo Chávez, gobierno bananero propio de un régimen bolivariano. ¿Y ahora? El cambio se hizo porque había provincias, que con más habitantes tenía menos representantes en las Costes de Castilla-La Mancha. Se le olvida al Partido Popular la proporcionalidad y la representatividad que debe dominar en el reparto de los escaños. La acusaron a Barreda de ajustar el número de escaños a sus intereses electoralistas. Claro, por eso perdió las elecciones siguientes.

Muy astuta la posición de que se hace porque los ciudadanos quieren ver que sus políticos saben apretarse el cinturón. Quién no va a aceptar que es bueno adelgazar la administración para hacerla más barata. Eso lo podemos aceptar hasta nosotros. El problema es que eso no es lo que está pasando. Es un pretexto; es un engaño. Este Gobierno, que acusó al de Zapatero de ser un Gobierno que no se merecían los españoles porque les engañaba, ahora hacen de la mentira su estrategia continuada.

No dicen que con esta nueva reforma electoral buscan dos efectos claramente antidemocráticos. El primero que dificultan enormemente la entrada en las Cortes a representantes de partidos minoritarios. El 25 % de los votos escrutados van a la papelera y no se traducen en escaños conseguidos. Aumenta la dificultad de conseguir un escaño a los partidos que no sean PP y PSOE de un 11 a un 17 % más de lo que lo tienen en este momento. ¿Esa es la pluralidad que dicen defender? ¿Es por ahí por donde van a empezar la regeneración política que están reclamando?

Y segundo: es un escándalo pretender ganar las elecciones mediante modificaciones legislativas sin consenso; en contra de todos; y cerrando la puerta a otras formaciones, cuando la sociedad está poniendo en duda el bipartidismo. Es grave.

El pucherazo