sábado. 11.05.2024

El clamor y los gritos de estos pueblos, no sirvieron para que Cospedal diera marcha atrás, y el 14 de enero pasado el Gobierno regional decretó su cierre. Tres días después, el Tribunal de Justicia superior de Castilla-La Mancha, suspende la orden. Cospedal pone de manifiesto, una vez más, que sus promesas pintan menos que un bombón en la puerta de un colegio. ¿Se acuerdan cuando en tono solemne, dijo que nunca traspasaría las líneas rojas básicas de la Sanidad? 

Una vez más, pone de manifiesto que hablar y prometer, lo hace con una facilidad asombrosa. No solo incumple lo de las líneas rojas, sino que aseguró que a tan solo 15 minutos los vecinos afectados podían llegar a otra urgencia. Fue necesario levantar acta notarial para demostrarle que los 15 minutos, como mínimo, eran 45. El hecho se agravó sobremanera ante la dimisión de concejales del Partido Popular en protesta por la decisión de la presidenta Cospedal y del consejero Echániz. 

Por todo ello, los responsables de Sanidad, se ven obligados a echar marcha atrás. Ahora sí. Por esta vez, el tesón y la voz del pueblo han logrado defender un derecho. ¿Y cuál es la respuesta del consejero derrotado? Amenazar a toda Castilla-La Mancha anunciando que el Gobierno regional prepara un Plan Integral para la Sanidad rural en la región dentro del que no descarta ninguna medida, ni siquiera el cierre de estos 21 puestos de urgencias, o de otros, o la reducción horaria en la atención que prestan las urgencias en el ámbito rural de nuestra comunidad autónoma.

No nos extraña nada. Dijo en su día que el cierre de las urgencias era para mejorar la asistencia de los enfermos; que la atención a los enfermos en esos puestos era una pérdida de tiempo. A lo largo de este proceso no ha dejado de arremeter contra los sanitarios, contra los ciudadanos, y hasta contra la Justicia por entrometerse en asuntos que no le incumben.

Es el inconveniente de tener dirigentes que no son de la región. Cospedal se pasa los días trabajando por su futuro político en Madrid, y José Ignacio Echániz, no sabemos si por su futuro político, o por sus intereses en la privatización, o por ambos a la vez. Pero sea cual sea, la realidad es que terminarán su mandato, y al día siguiente estarán trabajando en el PP nacional, o en sus empresas privadas, como así han hecho otros consejeros de Sanidad. Aquí quedaremos los castellano-manchegos con un importante retroceso en Sistema de Salud que habíamos conseguido.

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