lunes. 29.04.2024
Opinión

Valdepeñas no será menos. A la cola, señor President

Leo en estos días de frío y hielo cómo la pareja más conocida de la Península Ibérica, entiéndase el President de la Generalitat y su consorte Oriol, han vuelto a la carga con su idea de emancipar Cataluña del resto de España, ahora vía elecciones autonómicas que ellos considerarán plebiscitarias. Será un final de verano movidito.

OPINION 5

Que digo yo que no sé si ganarán las elecciones; pero en lo que no tienen competencia es en cansinos, que pese a que les siente tan mal se les nota que en el pasado pertenecieron al Reino de Aragón, por lo de la tozudez que la tradición otorga a los maños.

Total, que así las cosas uno empieza a temer que, aunque sea sólo por agotamiento de nosotros sus paisanos, este par de gemelos se saldrán con la suya y fundarán un país sustentado sobre los cimientos de la insolidaridad y la ruina económica y financiera. Pero bueno, parece ser que merece la pena tener un país “lliure”, aunque sea a cambio de cartillas de racionamiento y con el sacrificio de languidecer viendo al Barcelona jugando en la misma liga que el Ripollés y el Monllerusa.

Pues el caso es que creo que cuando se abra la puerta, aquí tonto el último. Esto pasó ya en la primera etapa de Rodríguez Zapatero y su divertimento de los estatutos de autonomía. Así que cuando se largue Cataluña, tal vez lo que mole será volver a las taifas. Y quien sabe si, igual que en su día la falta de cohesión de las taifas andalusíes se lo pusieron fácil a Castilla y a Aragón; no será ahora que las taifas cristianas (perdón, laicas) se lo pondrán fácil al radicalismo musulmán. Pero eso es otra historia.

Mientras tanto he pensado que, ya puestos en esta dinámica, por qué nos vamos a quedar en Valdepeñas viéndolas venir. Exijamos, incordiemos y hagamos una gran “V” valdepeñera por nuestras calles. Pidamos una Valdepeñas Estado "independiente de" (no queremos cuentas afectivas) y "asociado a" (sí queremos cuentas financieras) España, si es posible con salida al mar.

¿Qué por qué propongo tamaña estupidez? Pues porque ya estoy harto de que algunos ciudadanos españoles se crean con más derechos que otros a cuenta de su denominado “hecho diferencial”. Y porque esto les ha servido, en el caso de Cataluña, para que el gobierno central les haya prestado en tres años 42.300 millones de euritos del ala (Cinco Días, 30/07/2014 dixit), la mayoría a través del FLA a interés cero. Y digo yo que, si es cuestión de ponerse farrucos y amenazar con coger las maletas, pues lo hacemos. Que estas tierras son tan nobles o más que el resto, y también quedan unas cuantas cosas por hacer, tramo de la autovía del IV Centenario hasta Valdepeñas y parada del AVE mediante.

Y a lo mejor alguien dirá que valiente memez, que nosotros carecemos de “hecho diferencial”. Pues yo opino que en nuestra ciudad y comarca poseemos al menos tanto de eso como en Cataluña. Es lo que tienen los bienes intangibles y maleables.

Parece ser que el "hecho diferencial" queda definido por dos vectores convergentes (nunca mejor dicho): una historia propia, a ser posible que demuestre que el territorio matriz se anexionó el país aspirante a independiente por las bravas; y una cultura singular y diferenciada. Pues en este texto quiero dotar a los lectores de unas vagas directrices que demuestren que los valdepeñeros, de eso, de historia y cultura grandes, tenemos lo mismo o más que nuestros conciudadanos catalanes.

En primer lugar, insistir en que, que la historia de un territorio pueda ser interpretada como de desapego con respecto al territorio matriz, en este caso el resto de España, depende del punto de referencia desde el cuál se comienza a contar tal historia, el "año base" que diríamos los que nos dedicamos a la Estadística Económica. Este punto, casualmente, suele ser el punto que más le interesa a cada cual. 

Comencemos. En los siglos IX y X, la situación de Cataluña había sido parecida a la de las propias Aragón o Navarra, sin ningún estatus especial. Luego los condados catalanes sufrieron dos siglos de guerras fraticidas y familiares hasta que el condado de Barcelona se unió a Aragón.  La corona de Aragón contaba entre sus feudos con el condado de Barcelona y otros muchos, como Valencia, Baleares, Nápoles y Sicilia. Históricamente Valencia, Asturias, Aragón, Navarra, fueron reinos, mientras Cataluña nunca pasó de condado. Y no vayamos más hacia atrás que acabaremos siendo todos los que habitamos aquí en la piel de toro ciudadanos romanos, o un conglomerado de íberos, o incluso neanderthales. Y ojo que hay por ahí cada neanderthal suelto que como se ponga a reclamar lo que le pertenece… 

Aun así, los independentistas catalanes aluden con frecuencia al año 1640, año en el que el clérigo Pau Claris proclama la República Catalana con el apoyo de Luis XIV (en realidad Luis XIII) de Francia. Bueno, parece ser que la cosa consistió en una revuelta de los campesinos ("els segadors") contra los nobles y el proyecto centralizador del Conde-Duque de Olivares, que duró seis días, tras los cuáles se rindió vasallaje a la monarquía francesa hasta 1652, momento en el cual Cataluña volvió a formar parte de España. Vamos, que de todos modos, de independencia poco hubo. Se trató de un intento de cambio de titularidad del territorio catalán entre las poderosas monarquías europeas. Igual ocurrió con las sucesivas revueltas que desembocaron en el sitio de Barcelona de 1714. En este conflicto, pese a lo que diga la vanguardia de la "nueva historia catalana", de independencia jamás se habló, sino que Cataluña apostó por uno de los posibles sucesores a la Corona de España... y se equivocó de candidato, ya que Felipe V, el primer Borbón, se llevó el gato al agua en detrimento del archiduque Carlos de Austria. Por cierto, que la derrota de los catalanes partidarios de Carlos se produce un 11 de Septiembre, el día de la Diada, por lo que podemos concluir que en esta fiesta en Cataluña se celebra... un fracaso.

En 1873 hubo una nueva proclamación de independencia en el marco de la I República Española. Esta vez no fueron 6 días de independencia. Fueron dos. Ni siquiera fue una proclamación de independencia total, ya que se habló de un Estado Catalán federado con la República Española. Tras dos días de negociación, el presidente del Estado Catalán Estanislao Figueras dimitió y fue sustituido por Pi y Margall. Y ahí acabó la historia.

En 1931, a la vez que se proclamaba la II República Española, Francesc Maciá hacía lo propio con la República Federada Catalana, lo que hace dudar de hasta qué punto esto era una proclamación de independencia (por lo de "Federada", que es una aforismo para decir que no te metas en mis asuntos pero que me des la pasta que necesito, como el adolescente díscolo reclama a sus padres). Tras las negociaciones entabladas tres días después y encabezadas por el ministro Fernández de los Ríos, la cosa acabó como hoy en día, con un estatuto de autonomía y santas pascuas.

En 1934 le tocó a Lluis Companys el turno de proclamar el Estado Catalán de la República Federal Española. Era un 6 de Octubre. El día 7 de Octubre, por la mañana, la aventura había acabado.

Con lo cual, echando cuentas, la andadura independiente de Cataluña ha sumado, a ojo de buen cubero, unos... doce días, poco más. Pero claro... qué son cientos de años de ligazón al resto de España comparados con una docena de intensos días. 

Por nuestra parte, tan solo diré que Historia "específica" tiene Valdepeñas desde mucho antes de su fundación en 1243 por doña Berenguela. De hecho, fíjense si tuvo Valdepeñas trayecto particular que ya anteriormente, en la época musulmana, parece ser que se estableció bula para que se permitiera cultivar y cuidar la vid en nuestra tierra, algo prohibido por el Islam. Que digo yo que esto sí que es "hecho diferencial". Y "hecho diferencial" lo hemos tenido siempre aquí con nuestra mezcla de hidalguismo quijotesco y sentido práctico y común sanchopancil, rasgos que nos llevaron en otras épocas a ser cabecera de La Mancha; e incluso antes, a principios del siglo XIX, terror de los ejércitos napoleónicos; frente a una Cataluña muchas veces servil con el otro lado de los Pirineos, lo que tampoco habla demasiado a favor de su sentimiento de independencia.

Pero bueno, que yo no soy historiador, y además he venido a hablar de mi libro, que diría Umbral. Lo que quiero decir con esto es que Cataluña podrá tener una historia diferenciada del resto de los territorios españoles; pero no más que la que tiene cada uno de los rincones del resto de España. Y reto a cualquier catalán con ganas de derrochar su tiempo a que comparemos la riqueza de su historia con la de mi querida Valdepeñas, sin ir más lejos.

Un segundo rasgo que configura el "hecho diferencial" de los pueblos es la cultura y, por ende, la lengua. Y ahí bueno, hay que admitir que el Catalán tiene su peso. Aquí tenemos unos versos, recogidos al azar, de Joan Salvat Papasseit (1921):

RES NO ÉS MESQUÍ

Res no és mesquí

ni cap hora és isarda,

ni és fosca la ventura de la nit.

I la rosada és clara

que el sol surt i s'ullprèn

i té delit del bany:

que s'emmiralla el llit de tota cosa feta.

Res no és mesquí,

i tot ric com el vi i la galta colrada.

I l'onada del mar sempre riu,

Primavera d'hivern - Primavera d'istiu.

I tot és Primavera:

i tota fulla verda eternament.

(Nada es mezquino, y ninguna hora escabrosa, ni es oscura la ventura de la noche. Y el rocío es claro el sol sale y se fascina y tiene deseo del baño que se maravilla el lecho de toda cosa hecha. Nada es mezquino, y todo rico como el vino y la mejilla curtida. Y la ola del mar siempre ríe, Primavera de invierno - Primavera de verano. Y todo es Primavera: y toda hoja, verde eternamente.)

Aunque, siendo muy bellos estos versos, nada tenemos que envidiarles en nuestra tierra valdepeñera. Para muestra un botón, recogido también a través de una azarosa navegación por la red:

JARDÍN

 

 Con las ansias que se quedaron frías

de esperar realidades, haremos los paseos.

Habrá glorietas –cruce de rutas imposibles-

con voces degolladas por silencios.

La fuente, sin azogue

para su agudo espejo,

la pondrá la pupila turbia del corazón

y del cerebro:

Agua que apresó espacios sin contornos de carne,

centros de viva luz, mares abiertos,

campos con horizontes de pestañas,

frentes con litorales de cabellos…

Un aire gris y azul –de cobardía

y de ilusión al mismo tiempo-

cantará entre las fechas del ramaje

de los árboles negros.

Por la tarde, la sombra

de una figura morderá recuerdos;

se ceñirá la piedra de su azote

y sangrará las normas de su credo:

-          Nunca herirás el humo con la llama.

-          No ordeñarás el agua al hielo.

-          No tirarás de la venda de angustia

que le tapa los ojos al sueño.

-          No partirás la caña de cal

de tus íntimos huesos,

para mostrar a ojos idiotas

la vena amarga de tu tuétano.

-         Y no permitirás que por tus labios

se te vacie el avispero

que te pincha en el alma dos glorias:

felicidad…, remordimiento…

El jardín rugirá en el corsé

de una verja de orgullo de hierro…

¡Rabindranath Tagore

me nombrará su jardinero!

 Juan Alcaide Sánchez. 

Ahora que alguien me diga si hay diferencia en la belleza de los versos. Cultura, y de la buena, tenemos todos. Y por definición, singular.

En definitiva, que pocos peninsulares tal vez puedan presumir de una lengua propia; pero tampoco muchos saben lo que es "permanecer al trascacho haciendo el jacho a la espera de tomarse unos chatos y la arrancaera con la cuadrilla al calor de una gavilla". Pues esto es también un "hecho diferencial" basado en el lenguaje, ¿no? ¿Y cuántos miles, millones de euros vale?

Así que, señor President, si esto llegara por alguna caprichosa jugada del destino a su conocimiento, le digo que por favor, haga verdadero el poema de su paisano Joan Salvat y no sea mezquino, que nada lo es según el poeta; aunque añado yo que salvo alguien que se empeñe en serlo. Dedíquese a tender puentes y a cuidar de los suyos que son los nuestros, y no a marear la perdiz sobre sus propias incapacidades y pecados, que tenemos toda una Historia en común, y una Cultura bella que no se merece ser utilizada para separar y destruir.

Pero que sepa usted, señor President, que si sigue pensando que es hora de poner en valor su "hecho diferencial", pida vez y a la cola, que muchos (todos), y en mi pueblo como los que más, tenemos bastante cosa de esa. Que si ustedes presumen de Moreneta, nosotros tenemos a Nuestra Señora la Virgen de Consolación.

Valdepeñas no será menos. A la cola, señor President