Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDEA), este cambio permite un ahorro aproximado del 5 por ciento de la energía, lo que equivale a unos 300 millones de euros.
El 'cambio de hora' se inició durante la Primera Guerra Mundial para ahorrar carbón aunque no fue hasta 1974 cuando empezó a generalizarse, a raíz de la primera crisis del petróleo, que mermó los recursos energéticos de los países desarrollados, obligándolos a buscar soluciones de ahorro.
Desde 1981 el cambio de hora se aplica como directiva europea y es de obligado cumplimiento en los Veintisiete estados miembro.
El mundo se divide en 24 zonas o husos horarios que toman el meridiano (línea imaginaria que divide la Tierra de Norte a Sur) de Greenwich, en Inglaterra, como punto de referencia. Cuando se avanza hacia el este desde Greenwich supone hora más y si se avanza en dirección oeste, una hora menos.
Por la situación geográfica de España le correspondería guiarse por la hora de Inglaterra, ya que el meridiano de Greenwich atraviesa la Península Ibérica, pero por motivos políticos, coincidiendo con el régimen de Franco, en los años 40 del siglo pasado se decidió vincular la hora española a la alemana, una hora más de la que se sigue en Inglaterra.