Cuando en el siglo XV unos monjes jerónimos se instalaron cerca de Olmedo (Valladolid) apadrinados por el futuro Fernando el Católico no podrían imaginarse que el nombre de sus tierras se relacionaría con lugares como el Museo del Prado o el Kursaal de San Sebastián.
El pasado 26 de febrero se celebró en Toledo el “I Congreso del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha” con más de 200 asistentes. Tal y como explicó el Decano del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha, Miguel Ruescas, la finalidad del congreso se basaba en buscar el reconocimiento de la figura del enólogo. “Y es que éste, en muchas ocasiones, lleva la economía de muchos pueblos, además de ser el máximo responsable de poner solución a los problemas que surgen a la hora de producir vinos”.
Se trata de un curso que ha durado 70 horas y se ha celebrado de lunes a jueves, y en el que han participado 15 mujeres desempleadas, incluso estudiantes de Enología. El curso ha sido subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y organizado por Afammer Valdepeñas.
Durante todo el fin de semana se ha celebrado en las instalaciones del IES Gregorio Prieto de Valdepeñas el IV Congreso Nacional de Escuelas de Enología, en el que han participado 17 centros educativos de toda España y una representante del Ministerio francés, encargada de las becas Erasmus.
Lorenzo Díaz, Manuel Villanueva y José Ribagorda serán los coordinadores de la mesa redonda: Leyendas de la Enología. Su intervención estará acompañada por tres grandes figuras del mundo del vino español: Mariano García, Álvaro Palacios y Raúl Pérez. Nombres que abanderan internacionalmente con sus vinos la calidad que atraviesa la enología y viticultura nacional.