Qué paradoja, corremos los sanfermines todos los días del año. Que yo no llego nunca a tiempo a ningún sitio. Y si te persiguen los acreedores ni te cuento, la carrera está servida.
Todos muy contentos pues hasta la Américas llegan las imágenes de todos los corredores, cargadas de morbo, ante alguna caída, así se vende un poco nuestra cultura y la marca España mi querida patria.
Claro que también llegaron las mismas de gente rebuscando en los contenedores, y no le damos tanto bombo. Hay que vender aunque sea sólo humo.
Pronto retransmitirán también como los colegios no cierran este verano porque los niños no tienen para comer en sus casas.
En la soledad y la tranquilidad de una tarde de verano, a pesar de que hay mucha gente que no quiere a su patria, ni a sus hijos.
Cada vez más convencida, y en mi poco sano juicio, sigo amando a mi tierra, su cultura y su gente. Porque somos únicos.
Kuka