Lo mejor es cuando comparte sus hazañas bisturiles con sus más allegadas, por supuesto recauchutadas.
Está de moda tener un personal training para poner en orden el cuerpo y la carne. Mientras el marido juega al golf.
El mismo que es atendido por una bella señorita de curvas perfectas y delantera inflada.
Cada uno a su aire desde la mañana temprano, terminan del día con unos martinis y algún vodka para dormir mejor, por supuesto cada uno por su lado.
Y digo yo señoras aburridas, por qué no os paseáis por los barrios bajos, las casas humildes y observáis como la gente que no tiene nada, se preocupa de vivir el día a día, y casi siempre con una sonrisa.
No hay mayor pobreza que la del alma.
Querida tita en este mundo loco a dos velocidades donde siempre seremos nosotras mismas, te dedico a ti este capítulo.
Kuka