viernes. 03.05.2024
KUKA

Capítulo CXI. El Muro

En un pueblo muy bonito, había una casa con un bello jardín, allí vivía un hombre bueno, de corazón noble. A este señor no le faltaba de nada, ni ninguna comodidad. Cada mañana regaba sus plantas y unos rosales generosos le daban rosas maravillosas, que luego cortaba para adornar un amplio salón. Una mañana decidió bajar al pueblo y se encontró una pequeña zanja. Dio un salto y se fue a hacer los recados.

El muro

Al siguiente día, la zanja era mas grande y tenía agua, la rodeo y siguió su camino. Obsesionado con aquel misterio, cada vez madrugaba mas para ver lo que ocurría y al siguiente despertar encontró un muro. Unas pequeñas piedras apiladas, que no le suponían ningún problema, pero la incertidumbre iba en aumento.

Una noche decidió quedarse en guardia, y se quedo dormido. Al despertar atónito descubrió un gran muro que rodeaba la casa, le quitaba las vistas de aquel maravilloso paisaje, la luz no llegaba a sus plantas que poco a poco se fueron marchitando.

La noche y la oscuridad se apoderaron de la casa. No podía rodearlo ni tampoco saltarlo, y menos aún carecía de una puerta o grieta para poder romperlo.

Una gran tristeza se apoderó de este gran hombre, el miedo y la soledad se instalaron en su alma, muriendo de pena.

Moraleja: mientras duermas, descansa y sueña con cosas alegres y positivas y no te dediques a construir muros que luego te condenaran de por vida.

Kuka

Capítulo CXI. El Muro