viernes. 17.05.2024
KUKA

Capítulo LXXXVIII. Pobre Pajarito

Un día apacible de primavera, con una compañía muy agradable, tomando café en una terraza palaciega, la porcelana más exquisita encerraba mil sabores traídos desde Jamaica. Montañas de vestidos, zapatos sofisticados adornaban con gracia a un hermoso pajarito. 

la foto (19)

En verano viajes en velero recorrieron todo el mundo, un sin fin de abrazos y largos besos, como la puesta de sol en un día de verano.

El amor era verdadero, sincero y honesto, bañado por cataratas del mejor champán. Nada podía imaginarse que la cosa podía cambiar, el tiempo se había detenido. Pero el reloj no para, y como la flor más bella de un jardín tiene los días contados. Al entrar en contacto con la cuarentena, el final era inminente.

La rutina se apoderó de sus vidas, ya no había grandes cenas, bailes y suntuosos regalos, la soledad cada vez era más grande. Excusas y largas esperas maquillaban una vida llena de tiendas y doradas tarjetas de crédito. Hasta que un día el dueño del nido echó a la calle al pobre animalito. 

Ahora baga por las calles, sólo y abandonado, adornado por chaneles y vuitones, la cartera vacía, suspirando por aquellos tiempos vividos.

Kuka

Capítulo LXXXVIII. Pobre Pajarito